Dominik, un ingeniero apasionado por el mar y las actividades submarinas, ha encontrado en Tenerife su lugar perfecto. Viaja a la isla varias veces al año y deseaba invertir en un apartamento donde pudiera quedarse durante sus visitas. Me consultó y le informé sobre una excelente oportunidad: un estudio a un precio muy accesible, que podría financiar.
El estudio pertenecía a una encantadora señora alemana, quien lo había cuidado durante décadas con esmero y atención a los detalles. La vista y la ubicación del apartamento eran realmente óptimas, haciendo de este lugar el perfecto hogar. Aprovechando una de las visitas de Dominik, fuimos juntos a visitar el apartamento, y fue evidente que era el lugar ideal para él. La conexión con la propietaria fue instantánea; la compra se hizo desde el corazón. Para la vendedora, era crucial que su apartamento pasara a manos de alguien que lo cuidara y le diera el mismo cariño que ella durante todos esos años.
Negociamos el precio, incluyendo el mobiliario en la transacción. Me encargué de preparar todo para la próxima visita de Dominik, gestionando su NIE y acompañándolo a la notaría para la compra. Además, me ocupé de todos los trámites necesarios: impuestos de transmisión patrimonial, plusvalía municipal de la vendedora y el 3% de no residentes.
Hoy, Dominik tiene su refugio perfecto en Tenerife, un estudio acogedor con una vista espectacular y una ubicación inmejorable. Cada vez que viene a la isla, tiene un lugar propio donde disfrutar de su pasión por el mar. Esta es la historia de cómo un sueño se hizo realidad, gracias a una amistad, una conexión especial y a la dedicación en cada paso del proceso.
